Otros

¿Vapear hace mal? Lo que dice la ciencia y lo que debés saber

Con el crecimiento del uso del cigarrillo electrónico, una pregunta se repite cada vez más: ¿vapear hace mal? Si estás pensando en comenzar a vapear, o ya lo hacés y querés entender los riesgos, en esta guía te explicamos qué se sabe hasta ahora sobre los efectos del vapeo en la salud.

¿Qué es vapear?

Vapear es el acto de inhalar vapor producido por un dispositivo electrónico que calienta un líquido especial, conocido como e-líquido o e-juice. A diferencia del cigarrillo convencional, no hay combustión ni tabaco quemado. Sin embargo, eso no significa que sea completamente inocuo.

Entonces, ¿vapear hace mal?

La respuesta corta es: vapear no es inofensivo, pero es menos dañino que fumar. Según estudios de instituciones como Public Health England y la Johns Hopkins University, el vapeo reduce la exposición a muchas sustancias tóxicas presentes en el cigarrillo tradicional, como el alquitrán o el monóxido de carbono.

Sin embargo, eso no lo convierte en algo saludable. El líquido del vaper puede contener nicotina (una sustancia adictiva) y otros compuestos que, en algunos casos, podrían tener efectos sobre la salud a largo plazo. Todavía se están realizando estudios para conocer sus consecuencias en profundidad.

Riesgos potenciales del vapeo

Algunas investigaciones han identificado los siguientes posibles riesgos del vapeo:

  • Adicción a la nicotina: especialmente en jóvenes o personas que nunca fumaron.
  • Irritación en garganta o pulmones: dependiendo del tipo de líquido y la frecuencia de uso.
  • Posibles efectos cardiovasculares o respiratorios: aún en estudio.
  • Daño celular por exposición prolongada a ciertos químicos presentes en algunos sabores.

Es importante aclarar que no todos los líquidos ni dispositivos son iguales, y que vapear ocasionalmente no implica el mismo riesgo que hacerlo de forma intensiva todos los días.

¿Y si se usa para dejar de fumar?

Muchos exfumadores han logrado dejar el cigarrillo con ayuda del vaper. Al permitir regular la dosis de nicotina, vapear puede ser una herramienta útil para reducir el consumo de tabaco, siempre y cuando se use de forma responsable y como parte de una transición.

En ese sentido, vapear puede ser menos dañino que fumar, pero no debería verse como una práctica completamente libre de riesgo, sobre todo si no existe dependencia previa a la nicotina.

¿Qué dicen los expertos?

  • Organización Mundial de la Salud (OMS): advierte que los cigarrillos electrónicos no son seguros, aunque reconoce que pueden ser menos dañinos que el cigarrillo combustible.
  • Public Health England (UK): afirma que vapear es al menos 95% menos dañino que fumar, y recomienda su uso como método para dejar el tabaco.
  • FDA (EE.UU.): regula el uso de estos dispositivos y promueve su venta solo a mayores de edad, destacando los posibles riesgos en jóvenes.